Hasta siempre Elda Bertha. Hasta siempre Magda.
Directoras, consejeras, amigas, pero sobre todo maestras de decenas de generaciones y de miles de personas, fueron por más de cuatro décadas Magda González y Elda Bertha Contreras.
Magda, directora de la Unidad Obispado y Elda Bertha, directora de la Unidad
San Pedro, se retiraron de la Prepa UDEM en el semestre que concluye.
Un misa en la que se le dio gracias a Dios por su trabajo de más de 40 años y un homenaje encabezado por el Rector de la UDEM, Antonio Dieck, el Vicerrector Fernando Mata y la directora de Educación Media Superior, Susana Cuilty, fueron el marco perfecto para la despedida de quienes fueron baluartes de lo hoy en día es la Prepa UDEM.
Amigos, familiares, compañeros de trabajo y de vida, exalumnos y representantes de toda la comunidad UDEM, se dieron cita en el Teatro del CCU para aplaudir y desear miles de bendiciones a quienes dieron su vida por la noble tarea de educar a miles de estudiantes de preparatoria.
Dicen que la gente que se ama no se marcha nunca y pocas veces mejor aplicada esta frase que en esta ocasión. Parece que se han retirado, que han cumplido su labor y que de hoy en adelante se dedicarán a descansar, viajar y disfrutar a su familia, pero eso no es exacto. En cada rincón de UNO y de USP, sus enseñanzas perdurarán y seguirán marcando la vida de sus queridos estudiantes. Este no puede ser entonces un adiós, ni siquiera un hasta luego, esto es simplemente un... hasta siempre. Hasta siempre Elda Bertha. Hasta siempre Magda.
Un misa en la que se le dio gracias a Dios por su trabajo de más de 40 años y un homenaje encabezado por el Rector de la UDEM, Antonio Dieck, el Vicerrector Fernando Mata y la directora de Educación Media Superior, Susana Cuilty, fueron el marco perfecto para la despedida de quienes fueron baluartes de lo hoy en día es la Prepa UDEM.
Amigos, familiares, compañeros de trabajo y de vida, exalumnos y representantes de toda la comunidad UDEM, se dieron cita en el Teatro del CCU para aplaudir y desear miles de bendiciones a quienes dieron su vida por la noble tarea de educar a miles de estudiantes de preparatoria.
Dicen que la gente que se ama no se marcha nunca y pocas veces mejor aplicada esta frase que en esta ocasión. Parece que se han retirado, que han cumplido su labor y que de hoy en adelante se dedicarán a descansar, viajar y disfrutar a su familia, pero eso no es exacto. En cada rincón de UNO y de USP, sus enseñanzas perdurarán y seguirán marcando la vida de sus queridos estudiantes. Este no puede ser entonces un adiós, ni siquiera un hasta luego, esto es simplemente un... hasta siempre. Hasta siempre Elda Bertha. Hasta siempre Magda.
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